Por Juan Tomás Valenzuela
La justicia independiente
que persiguió a la Germán,
no persiguió a este patán
tan cercano al presidente.
Jean Alain, fue diligente
cuando de ella se trataba,
pero se desconectaba
de su rol de instigador,
cuando era al Abusador
que las pruebas señalaban.
Esta juez fue perseguida
de manera despiadada
por estar “involucrada”
a una conducta de vida.
Se captó desprevenida
donando literatura,
y por esta travesura,
Jean Alain y el presidente,
le armaron un expediente
frente a la Magistratura.
El magnánime protervo
de la justicia comprada,
desarmó a la magistrada
con los más soeces verbos.
Las diatribas y exacerbos
que presentó el incumbente,
que blandiendo un expediente
vilmente manipulado,
le valió al desvergonzado
para su acto prepotente.
Sin embargo, ese rufián
nunca fue tán diligente,
para abrir un expediente
que embrome al otro patán.
César, que fue guachimán
cuando el Partido era pobre,
aprendió a batir el cobre
con Florián y con Quirino,
y ahora, con estos ladinos,
no hay mafia que no maniobre.
Nuero de un tal Franklin Franco,
que es padre de Berlinesa,
César, logró unas proezas,
que ni Amarante (el manco).
Con más dinero que un banco,
pero sin ruta de origen,
autoridades que rigen
la recolección de impuesto,
nunca tuvieron el gesto
de indagar si estos transigen.
Juan de los Palotes
31 agosto 2019